Turritopsis nutricula es una
especie de
hidrozoo hidroideo de
la
familia Oceanidae con un ciclo de vida en el
que se revierte a
pólipo después de llegar a su
maduración sexual. Es el único caso conocido de
un
metazoo
capaz de volver a un estado de inmadurez sexual, colonial, después de haber
alcanzado la madurez sexual como etapa solitaria.
2
Es capaz de realizarlo a través de un proceso celular de
transdiferenciación. Teóricamente, este ciclo
puede repetirse indefinidamente, presentándose como biológicamente
inmortal.
La mayoría de las
medusas generalmente tienen un tiempo de vida
relativamente fijo, el cual varía entre especies de horas a varios meses. La
medusa
Turritopsis nutricula es la única forma de vida conocida que ha
desarrollado la habilidad de volver a un estado de pólipo, por un proceso de
transformación específico que requiere la presencia de ciertos tipos de células
(tejidos de la superficie acampanada de la medusa y del sistema de canales
circulatorios). Cuidadosos experimentos de laboratorio han revelado que, desde
cualquiera de sus etapas (desde que nace hasta que constituye un individuo
sexualmente maduro) la medusa puede transformarse de nuevo en pólipo.
4
La medusa en transformación se caracteriza primero por la deterioración de la
campana y los tentáculos, con el subsiguiente crecimiento de un perisarco y
estolones, y, finalmente, de pólipos de alimentación. Los pólipos se siguen
multiplicando creando más estolones, ramas y luego pólipos, para formar
hidrozoos coloniales. Esta habilidad para invertir el ciclo de vida (en respuesta
a condiciones adversas) es, probablemente, única en el reino animal y permite a
la medusa evitar la muerte, volviendo a la
Turritopsis
nutricula en potencia biológicamente inmortal. Estudios en laboratorio
mostraron que el 100% de los especímenes podían volver a la fase de pólipo,
pero hasta ahora el proceso no ha sido observado en la naturaleza, en parte
porque el proceso es bastante rápido, y observaciones de campo en el momento
exacto son improbables.
5
A pesar de esta remarcable habilidad, la mayoría de medusas
Turritopsis
suelen caer víctimas de las amenazas habituales de la vida del
plancton,
incluyendo ser comido por otros animales, o sucumbir a una enfermedad.