domingo, 18 de noviembre de 2012

Historias para no dormir

Recordando un poco a mi infancia con la serie de Narciso Ibañez "historias para no dormir",voy a ir publicando algunas entradas con un pequeño tinte de terror acontinuacion os dejo la primera.


Nos da miedo lo que no vemos porque es entre las sombras donde se esconden nuestras peores pesadillas...¿Apagamos la luz?
Esta noche dormimos en mi casa.
Mi vecina Vanesa estaba muy emocionada. Sus padres y los mios se iban a pasar la noche fuera y nos dejaban quedarnos juntas en una casa para que nos hicieramos compañia. Vane
y yo vivimos en una urbanizacion y nuestras casa estan casi pegadas, asi que decidimos cenar y ver una peli en mi casa y dormir en la suya. Por la noche comimos pizzas y vimos dos pelis de terror, ¡¡estabamos muertas de miedo!!. Cuando llegó la hora de dormir, nos daba mogollon de miedo ir hasta su casa pero como ya teniamos los pijamas ahi decidimos ser valientes y cruzar el jardin. Salimos y empezamos a oir unos ruidos "Tranquila, tia, que seguro que es cosa nuestra", le dije a Vane haciéndome la dura. Cuando llegamos a su casa me di cuenta de que me habia dejado el cepillo de dientes en la mia,   me da mucha pereza dormir con los dientes sucios.
Espérame con la puerta abierta que paso un momento y vuelvo, le dije y sali sin pensar en las pelis que acababamos de ver. Como iba rápido, ni me paré a encender la luz. Entré corriendo directamente la baño. Allí coji mi cepillo y empece a bajar por las escaleras. En ese momento vi una sombra pasar a mi lado.
Me quedé quieta donde estaba sin saber que hacer, no me atrevia ni a respirar. Me quedé escuchando atentamente pero no oí nada especial. Decidí seguir bajando sin hacer ruido hasta el interruptor de la luz que estaba al lado de la puerta para ver si habia alguien ahi. Cuando estaba a punto de encenderlo, me dio tanto miedo encontrarme a alguien en casa que preferí salir cuanto antes, además yo habia cerrado bien la puerta al salir y seguro que eran imaginaciones mías por culpa de las pelis de miedo. A la mañana siguiente, la policia nos despertó: ¡habían robado en mi casa! Entré para ver que faltaba y cuando entré en el baño, mire aterrorizada el espejo. Alguien habia escrito con letras de color rojo: "Menos mal que no encendistes la luz..."




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